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La gente no compra lo QUÉ haces, sino POR QUÉ lo haces.

Si quieres sentir pasión por tu trabajo, si quieres sentir que estás contribuyendo a algo más grande que ti mismo, necesitas saber tu POR QUÉ.

Simon Sinek es un escritor y motivador inglés conocido por su concepto de “El círculo dorado.” De acuerdo a Sinek, cada organización, y la carrera de cada persona, opera en tres niveles:

– Qué hacemos.

– Cómo lo hacemos.

– Por qué lo hacemos.

Todos sabemos lo que hacemos, y algunos de nosotros sabemos cómo lo hacemos. Pero muy pocos de nosotros podemos articular claramente por qué hacemos lo que hacemos.

Las compañías que inspiran, o incluso las personas que inspiran, nos hacen sentir que lo que hacemos va más allá de nuestro sueldo al final de la quincena. Introducen en nosotros un concepto de alianza con su ideología, productos, etc. Es por eso que algunos de nosotros siempre compraremos productos Apple sobre otras marcas, incluso si Apple no siempre es la opción más accesible en cuanto a precio.

Nos guste admitirlo o no, no somos seres completamente racionales. Si lo fuéramos, nadie se enamoraría y nadie jamás comenzaría un negocio. Enfrentado a una abrumadora posibilidad de fracaso, ninguna persona racional tomaría ninguno de esos riesgos. Pero lo hacemos. Cada día. Porque lo que sentimos sobre algo o alguien es más poderoso de lo que pensamos al respecto o de ellos.

Es aquí donde entra el concepto de POR QUÉ.

        1.    La parte más externa del Círculo Dorado – el QUÉ (WHAT) – corresponde a la sección externa del cerebro, la neocorteza, la cual es la responsable del pensamiento racional y analítico, entre otras funciones.

En nuestras decisiones el “QUÉ” viene relacionado con la asociación, integración y toma de conciencia de las diferentes percepciones que podemos tener de alguna situación, objeto o persona, contribuyendo a formar una imagen mental de la realidad más precisa.

De esta manera, lograr llegar a la planificación y anticipación de lo que hacemos y creando posibles escenarios.

        2.    Las dos secciones centrales del Círculo Dorado, – el CÓMO (HOW) y el POR QUÉ (WHY) – corresponden a la sección central del cerebro, el sistema límbico, que es responsable de todo nuestro comportamiento y toma de decisiones, al igual que todos nuestros sentimientos, como la confianza y la lealtad. Por lo que estas secciones después de tener una idea más clara de lo que queremos hacer (QUÉ), son las que nos impulsan a formar las estrategias (COMO) para lograrlo y lo que nos mueve a hacerlo (POR QUÉ).

        3.    Entender el POR QUÉ te ayudará a comprender mejor qué impulsa tu comportamiento cuando te encuentras en tú mejor estado. Cuando puedas hacer eso, tendrás un punto de referencia para todo lo que hagas en el futuro. 

Podrás tomar decisiones más intencionales para tu negocio, tu carrera y tu vida. Podrás inspirar a otros a comprar lo que vendes, trabajar contigo y unirse a tu causa. Dejaras de actuar con base en decisiones que se toman por razones que realmente no entiendes. A partir de ahora, puedes trabajar con propósito, a propósito. De ahora en adelante, puedes comenzar con POR QUÉ.

 

PI Asesoría

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